El coaching empresarial
La finalidad del coaching empresarial consiste en ayudar al empresario a alcanzar sus objetivos, buscando abrir nuevas posibilidades de reflexión y de acción. El trabajo del coach se basa en aplicar las herramientas del coaching al mundo de los negocios, de forma que el empresario sea capaz de plantear, fijar y alcanzar sus metas profesionales.
El proceso se inicia identificando la situación actual y el lugar al que se quiere llegar. Luego, juntos, el coach y el empresario delimitan los objetivos y reflexionan sobre los pasos a seguir y diseñan el plan de acción más adecuado a los objetivos.
El coaching genera un aprendizaje transformacional ya que gracias a él se producen cambios en las personas y en su forma de actuar. El coach facilita los procesos de reflexión y toma de decisiones de su cliente. Va dirigido, principalmente, a equipos (grupos de trabajo, departamentos, etc.) y propietarios de empresas que deseen aumentar sus clientes, dejar de sentirse dominados por las circunstancias externas y mejorar sus índices de resultados.
Una técnica muy empleada en estos casos es el coaching grupal. Se trabaja apoyando a un conjunto de personas que tienen una misma meta. De esta forma los individuos pueden beneficiarse del trabajo común. Esta técnica ayuda a generar nuevos puntos de vista que permiten encontrar nuevas soluciones a los problemas.
Gracias al coaching, las empresas conocen mejor a sus clientes, el departamento de comunicación y marketing se vuelve más humano, más consciente de las posibilidades de la relación marca-cliente. La empresa se vuelve observadora, obtiene mejores resultados con menor esfuerzo y el equipo de trabajo está más motivado.